20 DE MARZO.
DÍA DE LA FELICIDAD.
Os dejamos un breve cuento para que compartáis este
día con los más pequeños de la casa...
Recordad que estar alegre es el mejor remedio para
evitar los malos pensamientos y fomentar el bienestar. ¡¡¡HOY (y todos los días) TOCA SER FELIZ!!!
EL ROBO DE LA ALEGRÍA.
El malvado Nonón siempre había sido un malo de
poca monta y sin grandes aspiraciones en el mundo de los villanos.
Pero resultó ser un malo con mucha suerte pues un día, mientras
caminaba despistado inventando nuevas fechorías, cayó por
una gran grieta entre dos rocas, hasta que fue a parar al
Estanque de la Alegría, el gran depósito de alegría y felicidad de
todo el mundo.
Entonces Nonón, que además de malo era un tristón,
pensó en quedarse para sí toda aquella alegría y, cavando un pozo
allí mismo, comenzó a sacar el maravilloso líquido para
guardarlo en su casa y tener un poco de felicidad disponible siempre
que quisiera.
Así que mientras el resto de la gente parecía cada
vez más triste, Nonón se iba convirtiendo en un tipo mucho más
alegre que de costumbre. Se diría que todo le iba bien: se había
vuelto más hablador y animado, le encantaba pararse a
charlar con la gente y ... ¡hasta resultaba ser un gran
contador de chistes!
Y tan alegre y tan bien como se sentía Nonón,
empezó a disgustarle que todo el mundo estuviera más triste y no
disfrutara de las cosas tanto como él. Así que se
acostumbró a salir de casa con una botellita del mágico líquido
para compartirla con quienes se cruzaba y animarles un rato. La gente
se mostraba tan encantada de cruzarse con Nonón, que pronto la
botellita se quedó pequeña y tuvo que ser sustituida por una gran
botella. A la botella, que también resultó escasa, le sucedió un
barril, y al barril un carro de enormes toneles, y
al carro largas colas a la puerta de su casa... hasta que, en poco
tiempo, Nonón se había convertido en el personaje más
admirado y querido de la comarca, y su casa un lugar de
encuentro para quienes buscaban pasar un rato en buena compañía.
Y mientras Nonón disfrutaba con todo aquello, a
muchos metros bajo tierra, los espíritus del estanque comentaban
satisfechos cómo un poco de alegría había bastado para transformar
a un triste malvado en fuente de felicidad y ánimo para todos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario